miércoles, 18 de septiembre de 2024

Poiesis, la mania bendecida por los dioses.

 

¿Un poema contra la poesía de la experiencia?. Hay poesia de la experiencia de extraordinaria calidad, capaz atender a lo común, sea en el bus o en la bicicleta. Tambien hay quien frivolamente se vende y se juguetea como poeta contando como monta en bicicleta o coge el bus huyendo de la página en blanco sin traspasar su propio limes ni el corralín de la propia subjetividad.. ¿Va más allá la poesia de la propia figura subjetiva?. ¿Queda la poesía hendida por el horizonte del logos de la vida en su propio conjuro?. ¿Compromete la cotidianidad y la sencillez expresiva el sevirse poético de la razón común?







La poética y la busqueda de la palabra más allá de la experiencia. El adentrarse en un territorio común que nos dice. El conjuro de desvelar una palabra sin dueño que interpela. La poética como umbral que se brinda y la vida desvela... Ya Homero advirtió de la necesidad de cantar y señalar lo dado, de reconocer y reconocernos en ese cosmos que es orden y belleza brotando del caos y la noche. El alma del hombre como viático y paisaje hacia el logos que nos dice... La poiesis alumbrando ese telos -finalidad- que nos nombra. La poética como conjuro de una mirada vaciada y silente. Vaciarse para la palabra, y sino callar en un gran silencio...




Poiesis


No me interesa la poesía de la experiencia vana
ni el rumor de los fantasmas íntimos.
No me interesa el hastío privado enhebrando el canto
ni las heridas que supuran.
No me interesa el tedio ronco de lo particular
ni la terapia encharcando la prosodia.
No me interesa la poesía de la expresión
arracimándose en el tedio
ni el vivir ornado e infeliz del que al espejo se mira.
Solo me interesa la palabra dejada a su libre balanceo
en el silencio del alma,
el misterio de ser nombrado y dicho
desde una fuente oscura,
el riesgo de no decir nada,
la palabra de nadie ebria y desnuda
y esa presencia que es escucha y canto que se enciende,
canto de la zoe*, de la vida toda.
Conocimiento que compone e hila es la prosodia y el canto
en la hendidura de la vida y en su danza de misterio;
un advertir que clarea en el silencio y desde el silencio canta.
Lo que se brinda dice gratuidad,
gracia que enciende e ilumina,
aderezo que embosca el alma brindando forma viva.
El canto es oración que golpea en la puerta de la vida
y lo real se ofrenda en la forma plena del que es dicho.
Golpeen esa puerta oscura hasta volverse locos
y vean a sus pies los cascajos patibularios de su sepulcro.
(Jose Carlos Aguirre)

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* Zoe. Vida, la vida toda, la vida en un sentido amplio y general. A diferenciar de la byos, de la vida de cada organismo.

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