LAS OTRAS PÁGINAS DE IMAGINATIO VERA

martes, 30 de enero de 2024

Quo vadis vivere

 


(1)

El susurro que sugiere. La imagen que nos dice. La mirada sin dueño haciendo emerger lo humano y sus pasajes... Todo en El Bosco(1) va dirigido a lo que el cristianismo medieval llamó la meditatio; la reflexión encarnada e íntima sobre la textura del ser y del estar. Los estados del alma reflejados por los múltiples detalles de sus cuadros, los devenires imaginables, el terror de la pérdida, lo celeste como umbral exhuberante y pleno del silencio; todo ello nos lo muestra en sus obras... Su fecunda pintura, en el tono y en el temple, indica una multitud de imágenes capaces de devolvernos al pasaje esquivo de la catarsis y la anagnorisis. Katarmoi -purificación de las pasiones-, abismamiento del alma, toma de conciencia, despertar. Estamos ante un arte mistérico que promueve el movimiento del alma hacia su centro y hacia la gloria del cuerpo reanimado. La vida y la carne de los símbolos. El symbolon empujando a la unidad del alma...

(2)

Ad inferos. En su pintura Jheronimus Bosch nos muestra los infiernos con precisión y diáfanamente; a la medida del alma y del cuerpo vivo deshilachado y descompuesto. En la imagen que se nos propone vislumbramos un tránsito sombrío que anega el alma en la ponzoña y acota la animación del cuerpo en lo deforme. De la boca a la mente (2). De los umbrales del eros y de los umbrales del logos. La copertenencia de eroslogos, del ser y del deseo. Un eros vapuleado y herido troquelando el conocer y abrasando el ser inédito que se oculta. La potencia del alma escondida en el bosque más denso y sombrío. Ahí solo queda el ruido y el tedio... Hay quien alancea la propia palabra anegando su susurro. Las sombras se agolpan confusas en la garganta dolorida privando de aliento y de expresión. Las sombras enhebrando la efervescencia del alma... El hombre deformado, en las antípodas de su figura, como escenario derramado de lo doliente.Vae victis -Ay de los vencidos-... Eros, ser y conocer, el triángulo equilátero de la vida. Quo vadis vivere -Adonde vas viviente-.

(1) Es un detalle de un cuadro atribuido a un discípulo de El Bosco, un cuadro de su taller.

(2) Mente, del latin mens; término acuñado por la escolástica para indicar la actividad del alma.

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